Cuatro condiciones para elevar la autoestima de los niños
Stanley Coopersmith descubrió, en el estudio The antecedents of Self-Esteem, las cuatro condiciones asociadas con la elevada autoestima de los niños:
- El niño experimenta, por parte de los padres, una total aceptación de los pensamientos, sentimientos y el valor de su existencia.
- El niño vive en un contexto de límites bien definidos y firmes, si bien justos, razonables y negociables, pero no goza de ilimitada “libertad”. En consecuencia, el niño experimenta una sensación de inseguridad y forja una base firme para evaluar su comportamiento. Más aun, los límites generalmente implican normas elevadas, así como también la confianza de que el niño será capaz de alcanzarlas, con la consecuencia de que generalmente lo logra.
- El niño siente respeto por su dignidad como ser humano. Los padres se toman en serio las necesidades y deseos del niño; se muestran dispuestos a negociar las reglas familiares dentro de los límites cuidadosamente delineados. En otras palabras, se ejerce autoridad, no autoritarismo.
Como expresión de esta misma actitud general, son menos proclives a recurrir a la disciplina punitiva (y tiende a haber menor necesidad de disciplina punitiva) y más proclives a centralizar el énfasis en recompensar y reafirmar el comportamiento positivo.
Los padres demuestran interés por el niño, su vida social y académica y, generalmente, están dispuestos a conversar con su hijo cuando éste así lo desea.
- Los propios padres tienden a disfrutar de un alto nivel de autoestima. Teniendo en cuenta que el modo en que tratamos a los demás suele reflejar el modo en que nos tratamos a nosotros mismos.
Y recuerda que tenemos tendencia a seguir enviándonos los mismos mensajes que nos enviaron alguna vez nuestros padres.
¿Qué mensaje le envías a tus hijos?
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